Lo que puedes encontrar ...
Hoy un domingo muy normal, veníamos de hacer las compras, el mercado tradicional, papas, arroz y carne…jejeje, cuando vimos en frente de una casa un GRAN televisor, cuando digo grande es porque era grande (desde mi punto de vista), junto al TV habían otras cosas más, pero esta gigante pantalla resaltaba desde la distancia.
Molestando, molestando le dije a mi hermano, mira ahí está el tv que tanto quieres… lo dije en son de chiste y molestarlo. Míralo como esta de bueno, con este TV hasta los vecinos del frente podrán ver la peli.
¡Mi hermano inmediatamente me dice vamos por el!, lo mire con cara de incredulidad, pero me ratifico muy serio con una frase contundente, ¡vamos por el!, ¡yo me lo llevo!
Le hice caso, nos detuvimos, y fuimos a ver la condición general del dichoso TV, y sorpresa sorpresa, este parecía estar en buenas condiciones. Lo miramos por un lado y por el otro, le hicimos una inspección visual porque no sabíamos si este aparato fuera basura o si realmente servía.
Mi hermano estaba muy convencido que el TV estaba bueno, y recurrió a un código de comunicación que usan los australianos el cual siempre he visto que funciona. Este código es: si tiras a la calle un electrodoméstico o algún dispositivo electrónico, y aún funciona, no le cortas el cable de energía, pero si el equipo realmente no funciona para nada le cortan el conector o el cable.
Armados de locura, tomamos el TV de lado y lado y empezamos a jugar tetris al tratar de meter este aparato de 75 pulgadas al carro. Recuerda que también llevábamos el mercado y otras cosas más, pero nos dimos mañas de meterlo, casi lo doblamos, bajamos sillas, quitamos cabeceros, dejamos ventanas abiertas, y empezamos nuestro camino a casa supremamente incomodos, imagínate como íbamos, con el cuello torcido, con la dirección pegada a la barriga, con las manos teniendo las esquinas del TV y metidos como contorsionistas… jaja, es muy difícil describir esa escena, pero intenta imaginar como íbamos.
Además de la incomodidad, con el cuello torcido y demás, llevábamos la expectativa que esto realmente funcionara o de lo contrario nos tocaría ¡volver a tirarlo a la calle, así como lo encontramos. Pero estaríamos llenos de tristeza por el esfuerzo, la incomodidad, y la aventura vivida….
Llegamos a casa, antes conectarlo a la corriente, miro a mi hermano, se hecha la bendición, y pide al cielo que este bueno… conexión hecha… corriente en ON, y buscamos donde estaba el botón de encendido.
Mi hermano oprime el botón, estábamos a la expectativa, siendo muy honesto, de parte mía yo estaba esperando un par de líneas verticales en la pantalla, o parches o sombras o incluso que ni encendiera.
Esperamos unos segundos y uaaaoooo el TV enciende, hace un escaneo normal de rutina y veo que la pantalla de esquina a esquina se pone azul, yo la miraba con lupa, buscando quebradizos, defectos, errores, etc. Y naaa … nada de nada… la pantalla en perfectas condiciones.
Mi confianza en el electrodoméstico se empezó a recobrar, pero aun guardaba la sospecha y la incertidumbre que no funcionara correctamente, pensé en entradas, en sonido, en todas las posibilidades, pero momentos después, lo conectamos, colocamos una película y uaaaooo el Gran TV funcionaba perfectamente.
The Trash of Some the Wealth of others – ésta es una frase popular a nivel mundial. Los australianos tienen la costumbre de tirar cosas que aún están en buen estado. A veces, esto significa que hay objetos útiles a disposición de quienes estén dispuestos a buscar en los lugares adecuados, como los cubos de basura y los maleteros de los coches. En Australia, cada persona tira a la basura 9 kilos de ropa al año y gran parte de esa ropa aún está en buen estado.
Mi hermano ha encontrado muchas cosas en buen estado, así como un proyector, una freidora, una batidora eléctrica, y más… y muchos amigos míos han recogido de la calle sistemas de sonido, bafles, neveras, lavadoras, pantallas de computador, e incluso hasta celulares.
Recuerdo en mis primeros días un compañero del colegio rento un apartamento y en menos de una semana lo amobló completo, todo lo de la casa lo recogió en la calle, yo no creía esto hasta que un día fui a la casa de el y uao… sorprendente, toda su casa estaba muy bien y funcional, eso me motivo a rentar mi propio apartamento, pues hasta ese entonces mi gran temor era en comprar el inmobiliario.
En fin, para concluir quiero compartir esta historia para que te des cuenta el nivel de materialismo y consumismo de este país. Para nosotros los latinos esto es muy extraño, porque solo tiramos a la basura las cosas cuando realmente no sirven para nada pero acá en Australia… el mundo es al revés.
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